Cine independiente estadounidense de los '90. [Análisis]

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Reservoir Dogs, probablemente la cinta que eclosionó en toda la movida cineasta de los '90 en USA.

Durante la década de los '90 el cine norteamericano sufrió un viraje muy interesante en términos estilisticos, es la consolidación de un cine de autor encabezado por jóvenes directores, algunos de ellos autodidactas. El primer quiebre en este sentido probablemente se encuentre en la cinta Sexo, mentiras y cinta de video, dirigida por Steven Soderbergh y ganadora de la palma de oro del festival de Cannes en 1989. Hasta ese momento Soderbergh se había dedicado a dirigir videos musicales, pero ese fue el boom. En adelante, Richard Linklater, Wes Anderson, Quentin Tarantino, Darren Aronofsky, Paul Thomas Anderson y otros irrumpieron de forma estruendosa en la industria hollywoodense.

La cara más popular de esta ola de nuevos cineastas es, sin mayor discusión, Quentin Tarantino, nacido en el Estado Tennesse pero críado al sur de Los Angeles, es muy conocida la historia de este curioso personaje que trabajaba en el alquiler de cassetes de películas (blockbuster) de su tía. Allí, adquirió un conocimiento enciclopédico del cine y la cultura popular estadounidense. Al tiempo que trabajaba en este lugar y tomaba clases de teatro, Quentin empezó a escribir y filmar sus primeros guiones, siendo su primer largometraje My best friend's bithday, el cual protagonizaron Quentin y varios de sus amigos. Algunos años después, principios de los '90, Tarantino escribió la historia de un robo a una joyería que sale mal. El guion se tituló reservoir dogs. Por cosas del destino, dicho guion llegó a manos de Harvey Keitel, actor reputado cuyas principales figuraciones en Hollywood habían sido en largometrajes de Martin Scorcese. Keitel, fascinado con el guión de Tarantino, convenció a una empresa productora para financiar la filmación, lo cual hizo de reservoir dogs una "película de verdad".

Aunque fue una película de distribución moderada, reservoir dogs irrumpió de forma notable en la escena de festivales de cine independientes en Estados Unidos, principalmente el ya reputado festival de Sundance. Encima, parece haberle dado a Tarantino una carta de presentación para realizar su segundo y consogratorio largometraje: Pulp Fiction; una historía de violencia cínica y temporalidad disruptiva que, en conjunto con reservoir dogs, definió una estética muy particular de este director, particularmente en la forma como narra las historias y sus personajes dialogan. De aquí en adelante,  otros cineastas empezaron a irrumpir en la escena. Mi favorito, Paul Thomas Anderson. Al parecer, desde muy joven Anderson se interesó por la filmación gracias a su padre. En la secundaria, filmaría the Dirk Diggler Story, un falso documental sobre una ficticia estrella porno de los '70 (al parecer, influenciada en la figura de John Holmes). Este cortometraje serviría como base para el largometraje que puso a Anderson en la órbita Hollywoodense: Boogie Nights. Con un reparto coral, explora la vida de un grupo de inadaptados unidos por un propósito; hacer porno para mejorar la vida de las personas.

Otro Anderson que surgió por estos años (pero no familiar de Paul Thomas) es Wes Anderson. Harto conocido por cintas como El Gran Hotel Budapest, La Isla de Perros o Moonrise Kingdom, a principios de los '90 empezaría su andadura en el cine junto a los hermanos Owen y Luke Wilson. Los tres, filmarían el cortometraje Bottle Rocket que fue un éxito en el Festival de Sundance.  A raíz de esto, Anderson recibió el apoyo de James L. Brooks (productor de Los Simpsons) para convertir a Bootle Rocket en su primer largometraje: Rushmore, también protagonizado por los hermanos Luke y Owen Wilson. Aquí, Wes sentaría su particular estética capaz de convertir el drama más sofocante en humor cínico e inexpresivo.

En paralelo,  finales de los '90 emergía  Darren Aronofsky, el cual debutaría con el que es, para mí, su mejor largometraje: Pi. La historia de un talentoso matemático obsesionado con resolver el número pi, el cual, según su creencia, esconde secretos del universo. Aquí mismo, Aronofsky establece el tipo de cine que lo llevaría a tocar el cielo, aquél donde sus protagonistas se desgarran hasta lo más profundo para cumplir una obsesión (o satisfacer una adicción). Cisne negro o Requiem por un sueño serían los ejemplos más notables de este director. Un poco más romántico y optimista en sus historias es Richard Linklater, cineasta texano cuyo nombre fue catapultado por la saga Antes (antes del amanecer, antes del atardecer, antes del anochecer), y otros títulos como la Escuela del Rock o Boyhood, el cual considero, de lejos, su mejor obra. A diferencia de los anteriores directores, las historias de Linklater son mucho más amenas y realistas. La narrativa de este director suele explorar la vida de algunos individuos en relación con sus propósitos personales y su camino para encontrar "su lugar en el mundo", bien sea este en una pasión, en una actividad o, incluso, en una persona.

En suma, durante los '90 el cine estadounidense sufrió un giro estético muy interesante que dio paso a directores y guionistas cuya aproximación al cine había sido un poco menos académica (en comparación a la generación de los '70 de Steven Spielberg, Francis Ford Coppola y George Lucas, principales representantes de los primeros cineastas graduados de una universidad) y más bien autodidacta. Esto se resume en la frase más famosa de Quentin Tarantino: "Cuando me preguntan si fui a la universidad respondo que no, yo fui al cine". Aunque no necesariamente hay una relación casuística entre estos factores, probablemente esta aproximación empírica al cine obligó a estos autores a narrar y filmar historias de formas que inexploradas hasta aquellos años. Para finalizar, les dejo una lista de películas para ver de estos directores:

Quentin Tarantino - Reservoir Dogs, Pulp Fiction
Richard Linklater - Antes del Amanecer, Despertando a la Vida
Steven Soderbergh - Sexo, mentiras y cinta de video
Darren Aronofosky - Pi, El cisne negro
Paul Thomas Anderson - Boogie Nights, Magnolia
Wes Anderson - Rushmore, El Gran Hotel Budapest

Bonus:
David Fincher - Seven, El Club de la Pelea.
Eduardo Sanchez y Daniel Myrick - Proyecto Bruja de Blair



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