There will be blood [Retro reseña]

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La quinta cinta de Paul Thomas Anderson representa un significativo cambio en su estilo de dirección, el cual explora la naturaleza del ser humano (hombre principalmente) a través de la religión, política y economía.

1058. There Will Be Blood (Paul Thomas Anderson, 2007)
There will be blood es una historia de sangre, sudor, lágrimas, y petróleo. Situada en la bonanza del crudo en Estados Unidos a principios del siglo XX, sigue la historia de Daniel, un minero que, en un buen día de trabajo, se encuentra un yacimiento de petróleo. A partir de ahí, funda una compañía cuyo objeto es extraer y vender este mineral.

El quid de la historia empieza cuando Paul, un joven campesino, entra a la oficina de Daniel a comentarle sobre filtraciones de petróleo que ha notado a lo largo de su propiedad, la cual se ubica en un pequeño pueblo de Estado de California. Las intenciones de Paul son bastante claras: dinero a cambio de la ubicación exacta de su vivienda. Luego de una corta y satisfactoria negociación, Paul revela la ubicación del supuesto yacimiento de petróleo, la cual es visitada por Daniel y su hijo en una "expedición". En este viaje, Daniel conoce a la Familia de Paul; su padre, su hermana menor y un hermano  llamado Eli, líder religioso de la comunidad en la llamada iglesia de la tercera revelación. Estas personas invitan a Daniel a su casa y escuchan la propuesta del visitante, la cual desemboca en un una segunda negociación que asegura unos ingresos monetarios para la familia en caso de encontrar petróleo.

A partir de lo anterior, la cinta se adentra en un denso desarrollo donde dos figuras antagónicas intentan imponerse: Daniel y Eli. Daniel es un tipo duro, terco, escéptico sobre la existencia de una deidad y creyente en la riqueza que yace debajo del suelo. Por otro lado, Eli es un predicador al mejor estilo carismático; piensa en el beneficio monetario para su congregación y  hace realidad lo imposible a través de un discurso bastante visceral y orgánico en las reuniones de su iglesia. Religión y enriquecimiento se mezclan en una historia que profundiza (tanto como un taladro en suelo petrolero) en los deseos más profundos de dos hombres con un lado animal muy bien escondido.

Esta película representa un cambio  bastante marcado en el cine de Paul Thomas Anderson, uno positivo en términos artísticos. El cine de este director había empezado con historias dinámicas que envolvían a múltiples personajes simultáneamente, de manera que permite al espectador entender sus vicisitudes individuales a través de los factores en común que se identifican en cada personaje. Dicho cine tocó el techo con Magnolia, película que consolidó el nombre de este director como "niño prodigio". A partir de aquí vino Punch, drunk, Love; una comedia romantica protagonizada por Adam Sandler (para muchos el mejor personaje de su carrera) y finalmente There will be blood, cinta del 2007 en la cual su director, que es también el guionista, experimenta con una estética del cine bastante distinta a la que había desarrollado hasta ese momento. Dicha estética se vuelve mucho más orgánica, sensitiva y minimalista. Si Boogie nights es genial y bien medida extravaganza, There will be blood es una cinta mucho más minuciosa en sus tomas, cada encuadre y corte parece perfectamente milimetrado para exaltar las características y cualidades de los personajes que son más importante para el desarrollo de la historia. Aunque no es una cinta de "fácil vista", esta película tiene una dinámica bastante particular que, apalancada por el extraordinario rendimiento de su actor protagónico, hipnotiza al espectador desde sus primeros minutos con secuencias silenciosas y muy brillantes (en ausencia de diálogos la imagen se vuelve primordial).

En conclusión, una película que representa el cine de autor del siglo XXI en su máxima expresión. Cabe mencionar que su actor protagónico Daniel  Day-Lewis ganó un premio Oscar por mejor actor principal.

Ficha técnica:
Título: There will be blood.
Director: Paul Thomas Anderson.
Guion: Paul Thomas Anderson.
Música: Jonny greenwood.
Género: Drama.
País: Estados Unidos.
Productora: Miramax/Paramount Vintage.
Duración: 158 minutos.
Reparto: Daniel Day-Lewis, Paul Dano, Kevin J. O'connor, Ciarán Hinds, Russell Harvard.
Premios Oscar: Mejor actor principal (Daniel Day-Lewis) y mejor fotografía.

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