Aunque El Abrazo de la Serpiente fue el boom mediático del director Ciro Guerra (y bien merecido) sus historias caribeñas han sido mis preferidas. Primero, Los Viajes del Viento. Bella historia sobre un arcodeonero que busca devolverle su instrumento a su dueño originario. En el camino, la historia se va narrando en un diálogo entre los acontecimientos y la música, o más bien, entre los personajes y la música. En una entrevista en Canes, Guerra y Cristina Gallego revelaron que la historia de la bonanza marimbera en la costa caribe colombiana la conocieron durante el rodaje de Los viajes del Viento. Gracias a ello, pensaron en esta historia que pudieron filmar casi una década más tarde (en gran medida gracias al reconocimiento adquirido por El Abrazo de la Serpiente).
Esta película se me hace muy particular en la medida que, en su narrativa, se encuentran elementos del cine clásico de Gangster (El Padrino) mezclados con el contexto Guajiro de los años '60 y '70. Todo esto, en el corazón de la cultura Wayú, una de las tribus indígenas más grandes de Colombia y que mejor han logrado mantener una distancia con el resto de la sociedad (probablemente, favorecidos por su ubicación geográfica en el desierto guajiro). Para entrar en materia, la película se divide en 5 momentos o cantos. En cada uno de estos "capítulos" observamos el surgimiento, la gloria y el crepúsculo de dos familias Wayú, socias en el negocio de la producción y venta de marihuana. Los Cantos de la cinta van desde 1968 hasta los '80.
Entre la ficción y la historia, Ciro Guerra mencionaba en Cannes que Pájaros de Verano es una historia sobre la entrada del "capitalismo puro" en la cultura indígena de la Guajira. Durante la década del '60 llegaron a Colombia los "cuerpos de paz", voluntarios esadounidenses que iban por todo el mundo a apalancar el desarrollo económico y social de los países "sub-desarrollados". Eso, y convencer a las personas de decirle no al comunismo. Pues bien, es a través de estas personas que se abre el mercado de la marihuana en Norteamérica. La duración de esta lucrativa relación duro alrededor de una década. En la realidad, la bonanza marimbera cesó por dos razones principales: 1. California se convirtió en un gran productor de marihuana. En el presente, dicho Estado es el principal productor de cannabis a nivel mundial. 2. Empezó el nacimiento y la consolidación de la cocaína, droga que se convertiría (y sigue siendo) el principal producto exportado por Colombia.
El desarrollo, nudo y desenlace de Pájaros de Verano sigue la misma temporalidad de la bonanza marimbera, llegando a su fin en 1980. Durante 12 años la historia nos muestra como el tejido social de una población, particularmente dos familias, se ves afectado por el narcotráfico y la violencia usualmente inherente a dicho negocio. El punto distintivo de esta cinta es observar como unas dinámicas de violencia y acumulación de capital asociadas a occidente, penetran en la atmósfera de dos familias indígenas. De alguna manera, se plantea una simbiosis antropológica entre dos tipos de sociedades totalmente distintas: Estados Unidos, abanderado del capitalismo y la super-productividad, y los Wayú, población indígena cuya cosmogonía responde a unos valores totalmente ajenos a los de la productividad como un fin en sí mismo.
Ciro Guerra y Cristina Gallego son un valor demasiado importante para el arte y la cultura colombiano. Esperemos su próxima historia más pronto que tarde.
Ficha técnica.
Título: Pájaros de Verano.
Directores: Cristina Gallego y Ciro Guerra
Guion: Maria Camila Toledo,
Productora: Ciudad Lunar Producciones. Pimienta Films, Snowglobe Films.
Duración: 120 minutos
Reparto: Ignacio Prieto, Tenoch Huerta, Natalia Reyes, Carmiña Martínez, José Acosta.
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